Empresas que dejan huella

¿A qué normas se refieren?

  1. Directiva sobre informes de sostenibilidad (CSRD)
    Se retrasa dos años lala aplicación para grandes empresas aún no obligadas y para pymes cotizadas .

  2. Directiva sobre diligencia debida en sostenibilidad (CSDDD) Se
    Se amplía en un año el plazo paraTambién se coloca la primera fase de aplicación , inicialmente prevista para grandes empresas .el plazo para que los Estados miembros transpongan la norma a su legislación nacional.
    También se adelanta la primera fase de aplicación , inicialmente prevista para grandes empresas.


Cambios realizados

Abogados en medio ambiente y sectores de energía eléctrica, gas y gases renovables

Justificación y controversia

La Comisión defiende que estas medidas permitirán una reducción del 25% en las cargas regulatorias para las empresas y del 35% para las pymes , eliminando barreras que dificultan su competitividad frente a compañías de Estados Unidos o China .

No obstante, numerosas ONG y sindicatos han denunciado que este repliegue normativo constituye una forma de desregulación encubierta , que penaliza a las empresas pioneras en sostenibilidad mientras beneficia a aquellas que han demorado su adaptación .


¿A quiénes no les afectan estos cambios?

A aquellas empresas que quieren dejar huella y que interpretan la sostenibilidad como una cultura, no una obligación .

Más allá del debate normativo, es importante subrayar que la cultura de la sostenibilidad no puede imponerse por ley . Las normas son necesarias, pero insuficientes si no van acompañadas de convicción. La sostenibilidad real nace del ADN de cada empresa , de su liderazgo, su visión y del sentimiento de compromiso de las personas que la forman.

Estas directivas —por muy ambiciosas que sean sobre el papel— afectan, sobre todo, a aquellas empresas que integran criterios de sostenibilidad únicamente porque la norma lo exige . Son modelos que aplican requisitos ESG o de gobernanza como un checklist legal o reputacional , no como una convicción profunda.

Sin embargo, las empresas que realmente importan son las que van más allá . Las que apuestan por la sostenibilidad por convicción, no por cumplimiento . Las que entienden que ser sostenibles no es una carga ni una moda, sino una forma de generar impacto positivo, confianza y valor a largo plazo .

Esa sostenibilidad no se impone: se cultiva desde dentro . Y en un entorno global cada vez más exigente, ser sostenible por convicción es una de las formas más sólidas de diferenciarse .